martes, 17 de enero de 2012

- NUEVE -

Una de las actividades a las que te entregas, sin condiciones, cuando te conviertes en Hada, es la de remover la mierda. Explicado así, con todo su esplendor escatológico, da la sensación que una disfruta con semejante afición . Pero de lo que, realmente se trata, es de remover tu propia porquería interior, a ver si así, sacudiéndola, acabas por entender porqué se empeña en arraigarse a lo mas profundo de tu alma y asomar su asquerosa cabecita cada vez que piensas haberlo ya olvidado.

Cada uno gestiona, reutiliza o desecha definitivamente su propia "mierda" de diferente manera. A las Hadas nos suele funcionar, meterla en cajoncitos para volverla a utilizar (¡viva el reciclaje!) cuando nos es necesario. Normalmente recurrimos a ese preciso cajón cuando hemos vuelto a "patinar", para recordarnos a nosotras mismas que si lo encerramos ahí, fue, precisamente, para no olvidarnos de ello y no volver a cometer el mismo error.

También nos gusta proclamarla a los cuatro vientos, convirtiéndola en algo trivial, explicándolo en formato anécdota: un mal polvo, una relación fracasada, un desaire, una falta de respeto, una mala experiencia, un amante poco dotado.....porquería acumulada que se niega a abandonar su lugar en tu memoria y se transforma en una historia que contar  a los amigos y en unas risas sanas en ellos, forzando la tuya.

Pero de repente, un día, esas historias con su "mierda" incorporada se transforman reclamando su existencial derecho en un par de lágrimas a punto de asomarse a tus ojos y todo pierde su humor. Y ese amigo al que le has explicado mil veces la gracia que te hace el recordar lo afortunada que eres, por no tener que soportar mas desplantes o un amante micro-fálico, te despierta a golpe de una aplastante coherencia, de tu ensoñación historiadora.

Un Gin Tónic doble, me devuelve al lugar al que pertenezco, al de las historia vividas sí, pero al lugar de las historias que aún deseo vivir, no al de las recordadas. Sorbo tras sorbo decido vaciar todos los cajones, airearlos y acondicionarlos para dar cabida a esos momentos con los amigos que, sin saberlo, también son un poquito Hados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario